Una noche, llena de soles. 

¿Y si no han habido más respuestas que dejarnos llevar?

Iluminarás siempre cuando despiertes. 

Respiro entre sábanas el amanecer que no llega, aquel en que nos despertamos juntos. 

Una noche diferente en la que los soles no se han ido a dormir. Todavía. Iluminan el horizonte para cubrirte de algún deseo ya espolvoreado, creando todas las maravillas de las que eres capaz. Vestida. 

Tú, pionera en despertares. 

Yo, nocturno e impaciente esperando encontrarte cuando amanezca. 

Deja crecer al Amor, lleva toda una estación esperándote y ahora viéndote brotar. Un halo de olores. Tus dos pechos. Y tus ganas llenan este desierto y es este desierto quien no se había llenado hasta que llegaste, seco, moribundo, con demasiados relojes para tan poco tiempo…

…tú ya me entiendes. 

Una noche, ligera en oscuridad. Mi mano te encuentra. Las tuyas son preciosas. Eres tan femenina. No te ocupes de nada, yo me encargo de todo. Y si no amanece, crearemos nosotros nuestra propia luz. 

Avisa, si llegas tarde. Por favor. 

Siguiente
Siguiente

Desaparecidos de entre la multitud.